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Vera Giaconi / Una foto de la infancia

VERA GIACONI
Montevideo, Uruguay (1974)

Mis viejos se vinieron a vivir a la Argentina, escapándole a la dictadura en Uruguay. Con ellos se vino un grupo grande de gente, de compañeros y amigos de la militancia que, con el tiempo, se convirtieron en una gran familia. Los domingos en Ezeiza eran todo un ritual. Los adultos armaban el campamento, prendían el fuego y los chicos nos pasábamos días enteros jugando en el bosque solos. Era un espacio de muchísima libertad.

“En mi escritura está mi mirada, mis obsesiones y mis humores, incluso. No está mi biografía, pero siempre estoy yo ahí, detrás”

Hay una búsqueda por tratar de entender las relaciones entre las personas a través de las historias. Cómo nos relacionamos. Cómo funcionan ciertas formas de estar en sistema con otras personas y que vienen de afuera, o sea, no son elecciones: la familia, la pareja, la amistad. Son formas muy cerradas, llenas de reglas y en las que es muy difícil moverse. Y sin embargo es adentro donde nos movemos todos, y son esas las paredes contra las que nos golpeamos todos. Y al mismo tiempo es el lugar donde está la ternura, donde está el amor y está la alegría. Y, por otro lado, la aparición de ventanas que permiten ver todo el otro mundo enorme que hay afuera y que repercute y que nace en esos vínculos cerrados y cercanos. Hay televisores encendidos, internet, teléfonos sonando y trayendo noticias de afuera, esas ventanas que permiten ver las consecuencias y el lugar donde surgen este tipo de conflictos que después están en todas partes. Es algo que siempre me interesa.

Firma Vera Giaconi
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