La lactancia materna
Tratá de comenzar la lactancia dentro de la primera hora de nacimiento. Tené a tu bebé en contacto con vos el mayor tiempo posible.
Para aliviar las molestias por la bajada de leche, antes de amamantarlo podés hacerte masajes suaves y circulares y aplicar paños tibios para ablandar tus pechos.
Amamantá a tu bebé cuando lo pida y olvidate del reloj. Un bebé recién nacido mama entre 8 y 12 veces por día. Cuánto más amamantes, mayor producción de leche tendrás. Si tu bebé se duerme mientras lo amamantás, estimulalo acariciándole sus manos, pies y espalda y mentón, para que mantenga una succión activa.
La leche materna es importante para el bebé: Porque es el alimento más completo y seguro para el bebé, ya que tiene la composición justa para las diferentes etapas de su desarrollo.
Hasta los 6 meses el bebé no necesita ningún otro alimento ni agua. La leche materna le da todos los nutrientes y defensas para crecer y estar sano. A partir de los 6 meses es necesario introducir alimentos sólidos, continuando con el pecho, si es posible, hasta los dos años.